Ya no hay excusas para recibir un masaje

La mayoría de los deportistas pueden dar testimonio de los masajes alivian el dolor y favorecen la recuperación del organismo. Pero desde ahora ya hay una base científica sobre sus beneficios: el masaje reduce la inflamación a nivel celular y promueve el crecimiento de mitocondrial en el músculo esquelético. La investigación, realizada por investigadores del Instituto Buck para el Envejecimiento y la Universidad de McMaster en Hamilton (Canadá), se publica en Science Translational Medicine y confirma que el masaje ayuda a los músculos dañados a sanar más rápidamente.

Los hallazgos sugieren que la terapia con masajes ataja el dolor muscular utilizando los mismos mecanismos biológicos que la mayoría de los medicamentos contra el dolor, y, por ello, podría ser una alternativa eficaz contra el dolor. Sin embargo, pese a ser un método cada vez más popular para aliviar dolor entre pacientes con todo tipo de condiciones, se ha hecho muy poco trabajo para ubicar con precisión las bases moleculares del masaje.

La investigación se basó en el análisis genético de las biopsias musculares tomadas de los cuádriceps de 11 hombres jóvenes después de haber hecho ejercicio hasta el agotamiento en una bicicleta estática. Se seleccionó una sus piernas para aplicar el masaje y se tomaron biopsias de ambas piernas antes del ejercicio, inmediatamente después de 10 minutos de masaje y después de un período de 2,5 horas de recuperación.

Activación bioquímica

Los resultados mostraron un masaje de sólo 10 minutos activa sensores bioquímicos que envían señales reductoras de inflamación a las células musculares. Estas señales, explican los investigadores, también mejoran la habilidad de las células musculares para producir nuevas mitocondrias.

Dado que las mitocondrias son importantes para la producción de energía, los investigadores sugieren que la terapia de masaje podría potencialmente acelerar la recuperación de daño muscular en atletas así como promover la curación en pacientes con problemas musculoesqueléticos. Y, sorprendentemente, el estudio demostró que algo que se acepta como cierto, no lo era: el masaje no ayuda a eliminar el ácido láctico de músculos cansados.

Para el coordinador Mark Tarnopolsky, la investigación proporciona la validación necesaria para una práctica que está creciendo en popularidad. «Los beneficios potenciales del masaje podrían ser útiles para un amplio espectro de personas, incluidos los ancianos, las personas que padecen lesiones músculoesqueléticas y los pacientes con enfermedad inflamatoria crónica», El estudio, subraya, proporciona evidencia de que las terapias de manipulación, como el masaje, pueden estar justificadas en la práctica médica.

Nota:

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